Los avances en México han sido loables: estamos orgullosos de que en nuestro país el matrimonio igualitario sea posible desde 2010 y también, que desde 2015 las personas transexuales tengan el derecho de solicitar que sus identificaciones oficiales correspondan con su identidad de género y que las parejas del mismo sexo puedan ejercer la adopción legal y obtengan beneficios de seguridad social.
La población LGBT+ se ha convertido en una parte dinámica y vibrante de la vida cotidiana de la sociedad mexicana. Hoy gozamos de más y mejores entornos para la diversidad y somos beneficiarios de una mayor inclusión laboral; cada vez son más las empresas que otorgan la equidad y las mismas oportunidades a la comunidad LGBT+.